lunes, 26 de mayo de 2014

EL CANJE. 5a. de Santiago y 3a. de Valparaíso.




Por: Claudio Chaparro Forn
Voluntario de la 3a.

El día 19 de diciembre del año 1888, el oficial de servicio de nuestra Compañía acotaba en el Libro Diario de Oficiales, la recepción de dos misivas dentro de la correspondencia. Una correspondía a una carta de la 1a. Compañía de Bomberos de Santiago, fechada el día 15 del mismo mes, por la cual se invitaba a nuestro Director, Capitán y Secretario a un acto que se efectuaría en su cuartel capitalino con motivo de celebrar sus primeros 25 años de existencia.

La segunda misiva aludida, se trataba de un escueto telegrama que decía lo siguiente:

“Señor Carlos García L.
Capitán de la 3a. Cía. de Bomberos de Valparaíso
La Quinta espera a la Tercera
Manuel Avalos Prado
Capitán”.

Como podemos colegir de esta correspondencia recibida, el motivo principal de estas invitaciones obedecía a las celebraciones programadas por el Cuerpo de Bomberos de Santiago con motivo de conmemorar el vigésimo quinto aniversario de su fundación, actos que se efectuarían entre el 22 y 24 de diciembre de 1888.

Previamente, el Cuerpo de Bomberos de Valparaíso había recibido una invitación oficial para tan esperada fiesta y, en su sesión de Directorio de 5 de diciembre de aquel año, había aceptado la invitación. Para estos efectos, había solicitado al Ministerio del Interior pusiera a su servicio un tren especial para el transporte de 100 voluntarios porteños, diez por cada una de las Compañías que conformaban a esa fecha la benemérita institución. Una vez que se corroboró la solicitud planteada, se dispuso que el tren saliera desde Valparaíso el sábado 22 de diciembre a las 15,30 horas y se esperaba que arribara a la capital a las 19,50 horas de ese mismo día.

En posesión de todos esos datos, nuestro Capitán envió la siguiente respuesta, vía telegrama, al Capitán de la Quinta:

“Diciembre 19 de 1888
Tercera agradece atención 5a., comisión irá el sábado por tren especial 3 ½ de la tarde.
Carlos García Ledesma
Capitán”

           Las muestras de recíproca amistad entre la Tercera y la Quinta de Santiago, ya se arrastraban de varios años antes. Quizás se podrían remontar a los primeros años de vida de la 5a. En cualquier ocasión en que la Tercera efectuaba alguna visita oficial a Santiago, era objeto de finas atenciones y especial preocupación por parte de miembros de la 5a. De esta forma no era de extrañar la actitud para las fiestas que se avecinaban.

Aquel sábado 22 de diciembre de 1888, a las 15,25 horas salía desde Valparaíso el convoy ferroviario que llevaba a bordo la delegación del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, incluida, obviamente, la de la Tercera que marcaría un hecho histórico en el futuro de ambas Compañías. Componían nuestra delegación, en primer término, el Director don Roberto Pretot Freire y los diez miembros comisionados en la delegación:

Capitán, Carlos García Ledesma; Teniente 3º, Roberto Felipe Délano Ross; Ayudante, Enrique del Río; Voluntarios, Carlos 2º Lorca, Enrique García Ledesma, Joaquín Barbra, Julio Martin, Carlos E. Burton, Carlos E. Wessel y Ricardo Valdés Vicuña.



El tren arribó a las 19,15 horas a la Estación del Mercado de Santiago (Construida en la década de 1880 como terminal del ramal Yungay-Mercado Central y que con el auge en el flujo de pasajeros se amplió en 1912 para transformarse en la Estación Mapocho), donde esperaba una comisión de la 5a. de Santiago y que acompaña a los miembros de la Tercera al Hotel Inglés, lugar en el cual nuestra delegación tenía reservas para su hospedaje.

A las 20,05 horas la delegación completa del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso se reunía en el Cuartel General de Santiago para asistir al Teatro Municipal a un Concierto de Gala en homenaje al Cuerpo de Bomberos capitalino.

El día domingo 23 a las 11,30 horas, la delegación de la Tercera se junta en el cuartel de la 5a. y forman en conjunto para la Revista, Repartición de Premios y Ejercicio  General, que estaba programado en la Alameda de las Delicias.

La 5a. cede a la Tercera un gallo recién estrenado para su participación en el ejercicio. Finalizado este ceremonial, se regresa al cuartel de la 5a. donde se pasa lista.
A las 16,15 horas se asiste a un gran banquete ofrecido por el Cuerpo de Bomberos de Santiago en el Cerro Santa Lucía. Finalizado éste, se retorna al Hotel para tomar un descanso.

            Por la noche, la delegación tercerina es agasajada con una cena ofrecida por la 5a. en el Club de Septiembre, la que tuvo su inicio a las 23,30 horas. Ofreció la manifestación el secretario de la Quinta don Nicolás Montt, quién hizo votos por la unión y fraternidad de las Compañías. Agradeció nuestro Director todas las atenciones dispensadas, e invitó a la Quinta a la reinauguración de nuestro cuartel, acto que estaba programado para marzo de 1889.

Entre los discursos que continuaron aquella noche se insinuó la idea de formalizar un canje de servicios entre la Tercera y la Quinta, idea que gozó del frenético aplauso de todos los presentes. Se había colocado la primera piedra para dar marco a una amistad que ha perdurado por años.

Concluida la cena, la delegación de la Tercera fue acompañada por miembros de la Quinta hasta su lugar de alojamiento, pero el intercambio de atenciones no terminó ahí. Varios tercerinos, dando muestras de su sempiterna y caballeresca actitud, acompañaron, a su vez, hasta su residencia al Capitán de la Quinta don Manuel Ávalos Prado.

Una vez de regreso la delegación en Valparaíso no quedó en el olvido lo conversado e insinuado en tan hermoso ágape. Iniciado el año 1889, la Compañía fue citada a Reunión de Compañía, ésta se verificó el 25 de febrero de 1889. En ella se tomó en forma unánime un acuerdo que traería historia, el texto  decía lo siguiente:

“Agradeciendo a la 5a. Cía. de Bomberos de Santiago las manifestaciones de simpatía con que obsequió a la comisión que en representación de la 3a. fue a esa capital con motivo del 25º aniversario del Cuerpo de Bomberos de Santiago i (sic) deseando estrechar los sentimientos de recíproca fraternidad que existen entre ambas Compañías, se acuerda que todo miembro perteneciente a la 5a. Compañía de Bomberos de Santiago i que se encuentre de paso en Valparaíso, gozará de todas las prerrogativas que concede nuestro Reglamento.”

El 20 de marzo de 1889 se recibe respuesta de parte de la 5a. con el siguiente tenor:

“Santiago, 19 de marzo de 1889.

Señor Director:

Esta Compañía en sesión de 15 del presente, tomó conocimiento de la atenta nota de Ud. por la cual se sirve comunicarnos el acuerdo tomado por la 3a. de Valparaíso en sesión de 25 de febrero último, relativo a las prerrogativas que se conceden a los voluntarios de la 5a. cuando se encuentren de paso en Valparaíso.

La 5a. agradece cordialmente esta benévola manifestación de sus amigos i compañeros de la 3a. de Valparaíso i se sentirá mui honrada si los miembros de la 3a. quieren considerar como suya esta casa i compartir con ellos los azares i fatigas del servicio, contribuyendo con este cambio de recíprocas atenciones, a estrechar los lazos de fraternal concordia que ligan a los bomberos de los diversos cuerpos de la República.

Somos de Vd.

Sus mui attos. i S.S.

Ricardo Reyes Solar                        
Secretario

Benjamín Dávila Larraín
Director“
            
Este intercambio epistolar se produjo en vísperas de un gran acontecimiento para la Tercera, que fue la reinauguración de nuestro remodelado cuartel, acto que tuvo lugar el 24 de marzo de 1889 con la presencia de autoridades civiles, militares, bomberiles y de amigos de la Compañía. La Quinta se hizo presente con una nutrida delegación, que prolongó su visita hasta el día 25, ocasión en que se les brindó un lunch.



En cuanto al canje de servicios, la Quinta había aceptado lo concerniente a sus miembros que actuaran en actos del servicio activo en Valparaíso, pero quiso dar a su participación en relación a los voluntarios de la Tercera, que interviniesen en actos del servicio activo en Santiago, un marco ceñido a los reglamentos del Cuerpo de Bomberos de Santiago. A esa fecha ya existían canjes de servicios entre algunas Compañías de Valparaíso y Santiago, mas no contaban con la consulta previa a los Cuerpos que las cobijaban. De tal manera, la Quinta solicitó la debida autorización para un acuerdo definitivo, éste llegó a poco de solicitarlo.

En definitiva, con el beneplácito del Cuerpo de Bomberos de Santiago, la Quinta en Reunión de Compañía de fecha 13 de abril de 1889 tomó el acuerdo, que comunicó de esta forma a la Tercera:

“Santiago, 23 de abril de 1889.

Señor Director:

En vista del acuerdo tomado por el Cuerpo de Bomberos de Santiago a indicación del Director de la 5a., ésta Compañía en sesión del 13 del presente acordó conceder a los voluntarios de la 3a. de Valparaíso, todos los derechos i prerrogativas de que gozan los miembros de la 5a. de Santiago en los actos del servicio activo.

A continuación transcribo a ud. el acuerdo a que se hace referencia en la presente comunicación:

Señor Director

En la última sesión celebrada por el Directorio, en vista de que los arreglos o convenios que existen entre algunas Compañías de Santiago i otras del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso o de otras ciudades, haciéndose ciertas concesiones recíprocas i permitiendo  la incorporación de los voluntarios de las Compañías correspondientes en los actos de servicio, las considera convenientes por concurrir a estrechar las relaciones de confraternidad de asociaciones que tienen un mismo fundamento i un solo propósito, acordó dejar establecido, que podían ajustarse, i que en consecuencia  los servicios que con arreglo a ellos se prestaran, debían considerarse para los efectos del Reglamento General.

Soi de Vd. Sr. Director su atento y S.S.

Ricardo Reyes Solar                                                     
Secretario                                                                 

Benjamín Dávila Larraín
Director  

De esta manera quedaba sancionado el primer canje de servicios entre dos Compañías de distintas ciudades con la debida autorización de sus Cuerpos madres.

Para los anales de la historia consignemos lo siguiente:

Al momento de acordarse este canje de servicios, la Tercera fundada, como bien sabemos, el 13 de octubre de 1854, tenía 34 años y seis meses de existencia. Su oficialidad la conformaban:

Director, Roberto Pretot Freire
Capitán, Carlos García Ledesma
Secretario, Ricardo Escobar Cerda
Teniente 1º, Manuel Luco Huici
Teniente 2º, Roberto F. Délano Ross
Teniente 3º, Jorge E. Garland
Teniente 4º, Sixto A. Riofrío Samit
Ayudante, Enrique del Río

Por su parte, la Quinta de Santiago había sido fundada el 7 de diciembre de 1873, a la sazón tenía 15 años y cuatro meses de vida. Su oficialidad estaba compuesta por los siguientes voluntarios:

Director, Benjamín Dávila Larraín
Capitán, Ignacio Santa María
Teniente 1º, Arístides Pinto Concha
Teniente 2º, Daniel Rioseco
Ayudante, Ernesto Lagos
Secretario, Ricardo Reyes Solar
Tesorero, Víctor Körner
Maquinista, Alfredo Infante

Más de cien años de pura y sincera amistad unen a tercerinos y quintinos. La primera demostración de esta férrea unión se vivió en junio de 1891. El país se encontraba inmerso en una cruenta guerra civil, la Tercera se encontraba clausurada por disposición gubernamental por razones políticas. Bajo esas circunstancias, fallece en Santiago el voluntario de la Tercera don Santiago Ross, como nuestra Compañía estaba imposibilitada de hacerse presente en los funerales, la Quinta se hizo cargo de ellos y de las correspondientes honras fúnebres.
Hechos como el descrito jalonan al paso de los años, de uno y otro lado, la hermandad tercerino-quintina. En circunstancias difíciles afloran los lazos que ratifican la unión visionaria que gestaron nuestros antepasados.

Pero no sólo en momentos tristes nos hemos encontrado. Aniversarios de unos y otros han servido para demostrarnos el verdadero aprecio y cariño que nos profesamos. Como no poder recordar las fiestas de conmemoraciones de este canje, para sus cincuenta años la fiesta se celebró en Santiago allá por el año 1939. Tuve el privilegio de participar en las fiestas por los setenta y cinco años del canje, las que se realizaron en Valparaíso y que culminaron con un brillante almuerzo en Los Lilenes. Por imponderables de calendario, esta fiesta se vino a efectuar el sábado 13 de mayo de 1967.  De regreso casi terminamos en lamentaciones tras un accidente que sufrió nuestro hoy fallecido voluntario, Oscar Saravia Varas.


Y la gran fiesta por el centenario celebrada el año 1989 en Valparaíso. Con esa  estupenda Sesión Solemne realizada en el Aula Magna de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso, con la brillante interpretación de nuestros himnos por parte de un Coro universitario y del magnífico fin de fiestas, tras un novedoso ejercicio que se realizó en la Plaza Sotomayor, celebrado en el Caleuche y que contó con el improvisado marco, pero del todo inolvidable, del zarpe de nuestro buque-escuela “Esmeralda” en su viaje de instrucción.
La Tercera ha nombrado honorarios a los siguientes Quintinos: 

José Alberto Bravo Vizcaya
Gaspar Toro Barros
Oscar Dávila Izquierdo
Jorge Gaete Rojas
Guillermo Matte Hurtado
Sergio Dávila Echaurren
Mario Gonzáles Bazán
Mario Errázuriz Barros
Agustín Gutiérrez Valdivieso
Enrique Matta Rogers
Cristián Pérez Benítez
Alfredo Egaña Respaldiza 


La Quinta ha nombrado Voluntario Honorarios de la Quinta a los siguientes Tercerinos: 

Carlos García Ledesma
Carlos David Finlay Montenegro
Guillermo Purcell Verdugo
Luis A. Jung Binge
Juan Enrique Lyon Sarratea
Benjamín Aguirre Amenábar
Guillermo Purcell Winter
Rafael Luis Barahona Stahr
Oscar Vío Valdivieso
Gastón Prado Martínez
Fernando Mutis Osuna
Guillermo Reyes C.
Arturo Polanco Bravo
Domingo Monteverde Engelbach
Manuel Pérez Aguilar
Santiago Franichevic Haracic





miércoles, 21 de mayo de 2014

SUPERINTENDENTES.




Magnífica fotografía en la que podemos ver a cuatro de los doce Superintendentes que ha dado la 3ª. al Cuerpo de Bomberos de Valparaíso. De izquierda a derecha: Carlos David Finlay, Guillermo Purcell Verdugo, Carlos Van Buren y Rafael Luís Barahona San Martín. 

Pero eso no es todo, importante es destacar que tanto Guillermo Purcell Verdugo como Rafael Luis Barahona San Martín darían dos Superintendentes más al Cuerpo de Bomberos, sus hijos Guillermo Purcell Winter y Rafael Luis Barahona Stahr.


EL GALLO FIAT.


Este telegrama de fecha de 24 de mayo de 1923 habría de ser el principio del fin para el primer Gallo porta mangueras automóvil con que contaría la Compañía.


El año 1914 Don Santiago Severín, quien no hacía mucho donaba una espléndida Biblioteca Pública a la ciudad, beneficiaba a la Compañía con un veloz automóvil proveniente de la Fiat Automobile Co.de los Estados Unidos.
El nuevo Gallo vendría a complementar a la bomba “Carlos Van Buren”, transportando a los Llamados de Comandancia e Incendios varias tiras de manguera, pitones, llaves de grifo y boquillas, en una época en que la bomba principal no contaba con el suficiente poder ni espacio para llevar todo el material requerido.
El año 1923 el Gallo sería puesto a la venta y varios Cuerpos de Bomberos recibirían el telegrama enviado por el Capitán Enrique Harrington, despertando especial interés en la 6ª. Compañía de Bomberos de Valdivia, quienes aprovechando la estadía en Valparaíso de su ex Voluntario Sr. Carlos Riedemann, le solicitan conozca el material en venta y elabore el informe que a continuación se adjunta.




El Gallo FIAT